El proyecto surge de la necesidad de encauzar la empatía entre estudiantes de nuestra escuela. Llegar a la formación de la personalidad del ser, que es el último fin que nos compromete como educadores, tiene en cuenta todas las dimensiones del hombre: física, moral, social, psicológica.
Se pretende con el desarrollo del mismo compartir encuentros que involucren hábitos de respeto, la búsqueda de destrezas en común, siempre en armonía, vinculados desde el disfrute del deporte y la ingesta de una merienda saludable. Los mismos se desarrollarán en dos horas de clases, generalmente los días lunes, involucrando a los estudiantes de 1° 12° y 2° 8° de manera intercalada, de distinta forma en cada encuentro.
La propuesta es empezar a educar para la transformación de conflictos desde lo que les gusta (el deporte) para que puedan transferirlo a otros aspectos de sus vidas, en beneficio suyo, de la familia y de la comunidad presente y futura.
Se plantea qué valores promovemos como escuela, que hacen que se identifiquen con otros compañeros como estudiantes del DAD, en resumen, qué actividades desarrollar que favorezcan su identidad y pertenencia al DAD, practicando valores que promuevan en sincroniciDAD el desarrollo equilibrado de su personalidad.
Se realizaron seis encuentros deportivos amistosos, entre estudiantes de estos cursos de la escuela, organizados en dos equipos, de manera intercalada, de distinta forma en cada encuentro.
De dialogó con los estudiantes, al inicio del primer partido, fundamentando los encuentros, de manera reflexiva y se compartió una merienda saludable al cierre de cada partido.