MetaRed S, la red de Redes de Sostenibilidad y Responsabilidad Social Universitaria, distinguió dos proyectos institucionales en temática ESG (ambiental, social y de gobernanza) de la Universidad Nacional de Cuyo .
Desde ese espacio, integrado por Universidades e Instituciones de Educación Superior (IES) Iberoamericanas, públicas y privadas —entre ellas la UNCUYO—, se premiaron las mejores experiencias y casos prácticos en el ámbito de la sostenibilidad y la responsabilidad social de estas instituciones.
El primer Premio Internacional MetaRed S 2023 fue para el artículo Iniciativa sobre Universidad Responsable, Desarrollo del Plan de Sostenibilidad UNCUYO 2030 (ver aquí). El paper fue redactado por Marcela Postigo Fonoll y Osvaldo Roby (integrante del Área de Sostenibilidad y asesor externo del Plan, respectivamente).
Entre las 10 experiencias finalistas también fue distinguido con una mención de honor el artículo UNCuyo SePaRa sus residuos. Experiencia de gestión de residuos sólidos urbanos con inclusión social en una comunidad universitaria (ver aquí). Este paper tuvo como autoras a Cristina Pampillón y Gabriela Lúquez (coordinadora del programa de Residuos y directora del Instituto de Ciencias Ambientales, ICA, respectivamente).
Las buenas prácticas de la UNCUYO
Apostar a la sostenibilidad
“Haber recibido este premio es gratificante y nos llena de orgullo. Representa una magnífica oportunidad de poder compartir con el resto de las universidades de MetaRed la propuesta que planificamos y estamos ejecutando, transmitiendo nuestras experiencias en los foros que prevé este premio y la difusión en las redes correspondientes”, dijo Alejandro Ceresa coordinador general del Área de Sostenibilidad del Rectorado.
El Plan de Universidad Responsable y Plan de Sostenibilidad de la UNCUYO 2030 es producto del trabajo conjunto que realizó, entre septiembre y diciembre de 2022, el equipo de Sostenibilidad del Rectorado integrado por: Osvaldo Roby, Carola Álvarez, Facundo Eras, Marcela Postigo, Gabriela Balls (Área de Vinculación), Cecilia Coria (Secretaría de Investigación, Internacionales y Posgrado), Carla Sicarelli (Secretaría de Obras). Este equipo coordina acciones con Gabriela Lúquez, Cristina Pampillón, Yasmín Vergara, Anabela Acosta y Mariana Perosa (equipo del ICA), Valentina Segura y Amícar Varleta (equipo del Instituto de Energía, IDE).
“Estamos ejecutando los programas que conducen al objetivo general de transversalizar la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030 en las funciones sustantivas de la Universidad y también en su gestión”, agregó Ceresa, advirtiendo además que es una tarea que realizan en conjunto con los equipos de Sostenibilidad de las Unidades Académicas que se conformaron entre octubre de 2022 y marzo de 2023.
“Para cumplir con los objetivos del Plan de Sostenibilidad llevamos a cabo un programa de descarbonización y eficiencia energética, un programa de eficiencia hídrica, un programa de transversalización en las funciones sustantivas y, finalmente, un programa de sistematización de datos que nos permita medir y reportar la contribución de la UNCUYO a la sostenibilidad de la Agenda 2030”, aseguró.
Según el funcionario del Rectorado, estos programas permiten gestionar los procesos operativos para disminuir el uso de recursos energéticos, hídricos y materiales, como así también la generación de residuos y contaminantes de la UNCUYO; fomentar el trabajo colaborativo intra e interinstitucional para impulsar y fortalecer la sostenibilidad en la Universidad; medir y reportar de acuerdo a los protocolos nacionales e internacionales que hacen a la sostenibilidad de la casa de estudios.
Apostar a la gestión de residuos
La mayor universidad del oeste argentino también fue distinguida por otra iniciativa: UNCuyo Separa Sus Residuos, Experiencia de Gestión de Residuos Sólidos Urbanos con Inclusión Social en una comunidad universitaria. Si bien el programa comienza formalmente en 2016, la Universidad viene abordando la problemática de la gestión de los residuos desde 2009. “Primero se armó un anteproyecto donde se trató de ver cuáles eran los hábitos sobre consumo sostenible entre la comunidad universitaria. Se hizo un análisis de las entradas de materiales y supimos, por ejemplo, que en 2012 se utilizaban 30 millones de hojas de papel A4. Luego hicimos una caracterización de los residuos de la Universidad y supimos que el 50% de los materiales, si se hubieran separado en origen, eran potencialmente reciclables. A partir de ahí empezamos a construir el proyecto con aquellos materiales que son reciclables en el mercado mendocino. Es decir, que la reciclabilidad está dada por esa condición de que los galponeros y recuperadores puedan vender el material”, detalló Cristina Pampillón.
En ese momento empezó a gestarse el proyecto de una forma más participativa, consultando a los ordenanzas y maestranzas de todas las dependencias y, al mismo tiempo, se lo trabajó desde lo comunicacional. “El CICUNC nos apoyó muchísimo, ya que era un proyecto institucional. El nombre del proyecto era Gestión de residuos sólidos urbanos en la Universidad Nacional de Cuyo con recuperación de materiales reciclables y, gracias al CICUNC y al equipo de comunicación de nuestro programa, cambió a UNCUYO Separa Sus Residuos”, explicó.
Después vinieron dos hitos trascendentales para el proyecto: la política ambiental de la Universidad, aprobada en 2014 por el Consejo Superior, que sirve de paraguas para el desarrollo de estas acciones; y el Reglamento de Residuos de la Universidad, que también aprobó el Consejo Superior en 2015.
Luego se avanzó con el plan comunicacional y con dimensionar y elegir los distintos recipientes que iban a identificar al programa. A la par se trabajó con la señalética, que se hizo ad hoc con un apoyo muy importante del CICUNC, porque se hicieron focus groups y cámaras ocultas para intentar llegar con el mensaje más claro posible, para que los usuarios pudieran separar correctamente. “En ese momento no había separación de residuos diferenciada en el entorno de la Universidad, ni en ninguno de los municipios del Gran Mendoza. Entonces, el primer mensaje que teníamos que dar a la ciudadanía universitaria era cómo separar y, a continuación, era para qué separar. Y ahí viene una parte muy importante en la que se tomó la decisión política que la gestión de esos materiales reciclables iba a ser con inclusión social. Y trabajamos con ese objetivo y, desde entonces, nuestro aliado es la Cooperativa de Recuperadores Urbanos de Mendoza (Coreme)”, aseguró la coordinadora del programa.
Hacia 2016, el programa se inauguró oficialmente y en el último tiempo se viene trabajando con toda la comunidad universitaria para pasar de un formato lineal de gestión de residuos, donde se usa, se tira, se desecha y se tira a uno donde el material se usa, se reutiliza, se separa, se recicla y vuelve otra vez en formato de nuevos productos a la sociedad. “Este premio es un reconocimiento al trabajo de todos estos años y también es un reconocimiento al trabajo del Plan de Sostenibilidad de la UNCUYO, ya que es uno de sus antecedentes más fuertes y una línea base muy importante. Y lo que esto nos hace, además de traernos una gran alegría, es tener un compromiso aún mayor con el programa de gestión de residuos y seguir avanzando para ajustar y mejorar en la gestión día a día”, afirmó Pampillón.
Finalmente, la coordinadora compartió el reconocimiento con los usuarios del SePaRa, con todos aquellos que con un gesto separan sus residuos, con ordenanzas, maestranzas y personal de limpieza que una vez separados los residuos los depositan en los contenedores manteniendo la separación y, por supuesto, con los y las trabajadoras de Coreme.
Otros detalles sobre el premio
Este año participaron 44 instituciones de las ocho redes de los países socios que conforman MetaRed S: Argentina —espacio que preside Esther Sanchez, rectora de la UNCUYO—, Brasil, Chile, Colombia, España, México, Perú y Portugal. También se contó con 16 revisores internacionales especializados en las áreas de sostenibilidad y responsabilidad social.
Con este premio se intenta promover la transferencia de conocimientos y experiencias en el ámbito de la sostenibilidad y la responsabilidad social de las IES, y reconocer el papel de las diferentes personas involucradas en estos procesos.
También se entregaron otras tres menciones de honor: Clínica Universitaria Digital (Universidad Privada del Norte, Perú) realizado por Ghilmar Rubio López; Sello Genera Igualdad (Universidad de Chile, Chile) realizado por Rocío Riquelme; y Plan Maestro de Responsabilidad Social Universitaria (Universidad La Salle, México) realizado por María de los Ángeles Garriga González.