En los últimos años, la inteligencia artificial (IA) ha ido ganando terreno en diferentes ámbitos de la sociedad, incluyendo el campo educativo. En particular, ha tenido mucha repercusión la implementación de ChatGPT, un modelo de lenguaje natural basado en inteligencia artificial, que ha generado bastante polémica e interés por parte de estudiantes, docentes, investigadores y público en general.
En el ámbito educativo, ChatGPT -y el uso de estas inteligencias artificiales- pueden ayudar a las y los estudiantes a desarrollar habilidades de escritura, comprensión y análisis de textos, así como a generar ideas para sus trabajos y tareas escolares. Sin embargo, su uso también ha generado preocupaciones y desafíos en cuanto a la originalidad y autenticidad del trabajo producido, lo que ha llevado a un debate sobre la ética y el papel de la IA en la educación.
En esta ocasión, desde Unidiversidad dialogamos con Paola Bruno, periodista, correctora y docente de la Facultad de Educación de la UNCUYO, para que nos explique si la implementación de estas herramientas digitales puede ser beneficiosas o perjudiciales para el sistema educativo.
“El uso de ChatGPT como herramienta de apoyo para la investigación y la redacción de trabajos académicos y escolares podrían llegar a ser beneficiosos, siempre y cuando, se utilicen éticamente, de manera responsable y mientras se combine con el desarrollo de habilidades de escritura y pensamiento crítico”, afirmó la docente.
No obstante, al momento de ponernos a pensar si esta herramienta es favorable para el uso cotidiano de las y los estudiantes, la docente argumenta que es una tecnología muy incipiente y que todavía no se puede hacer una valoración final. “Está claro que este tipo de herramientas nos pueden ayudar en algunos aspectos, para ello, debemos aprender a utilizarlas y ver hacia dónde apunta su funcionamiento. Por lo que he podido estudiar- junto con otros colegas- los algoritmos y el lenguaje que utiliza esta inteligencia artificial es muy básico, no utiliza la subjetividad y puede ocasionar algunas confusiones y desinformación”.
“En la actualidad, y sobre todo en el ámbito educativo, la inteligencia artificial y el uso de herramientas como ChatGPT plantea como mínimo una tensión y un desafío para las y los docentes y también en los estudiantes. Desde nuestro lado de educadores, podemos observar y entender que la inteligencia artificial -hasta ahora- no reemplaza el pensamiento crítico y la creatividad”, aclara Bruno.