Según la OPS “en la Región de las Américas, el cáncer de mama es el más común en mujeres y la segunda causa principal de muerte por cáncer de mujeres. Se estima que si se mantienen las tendencias actuales, para 2030 aumentará en un 46 % en la Región de las Américas”.
La detección temprana es fundamental, ya que los tumores de menos de 1 centímetro tienen hasta el 90 % de probabilidades de curación. Por ello es importante el control monográfico cada dos años en mujeres mayores de 50 años y la charla a partir de los 40 años con su ginecólogo para decidir el tipo de control necesario.
La consulta inmediata ante el hallazgo de un nódulo o una dureza en la mama y las consultas regulares al servicio de ginecología son la mejor manera de asegurar la detención temprana y el control de la enfermedad.