En vísperas del Día Mundial de la Lucha contra el Sida, la Dirección Nacional de Respuesta al VIH, ITS, Hepatitis y Tuberculosis dio a conocer su informe anual, en el que señala un promedio de 4800 nuevos casos de VIH notificados por año en Argentina. Además, se estima que 10,3 personas por cada 100 000 habitantes viven con el virus. Esta tasa muestra una tendencia a descender, a diferencia de lo que sucede con la sífilis, que tuvo un incremento sostenido en los últimos cinco años.
Según el informe, presentado este mediodía de manera virtual, la tasa de sífilis en Argentina pasó de 21,6 casos cada 100 mil habitantes en 2015 a 56,12 casos por 100 mil habitantes en 2019, siendo entre las y los jóvenes de entre 15 y 24 años donde tiene su mayor prevalencia (153,7 casos cada 100 mil habitantes).
En relación con el VIH, se estima que en Argentina viven hoy 136 000 personas con este virus, de las cuales el 17 % desconoce que lo tiene y el 67 % se atiende en el sistema público de salud, donde en 2020 se proveyó del tratamiento antirretroviral a 60 mil personas.
Al analizar la prevalencia de casos según la población, el VIH afecta al 34 % de las personas trans, a entre el 12 y el 15 % de los hombres que tienen sexo con hombres, al 2,7 % de las personas que viven en contexto de encierro y al 0,4 % de jóvenes y adultas/os de toda la población.
Ya conociendo las estadísticas del país sobre enfermedades de transmisión sexual, durante la presentación del informe, Carla Vizzotti, secretaria de Acceso a la Salud, manifestó: “Empezamos a trabajar el 10 de diciembre pasado en una situación compleja con respecto a insumos, compras y vínculos con la sociedad civil; la pandemia complicó más todo el trabajo”.
A la vez, la actual responsable de la Dirección Nacional de Respuesta al VIH, ITS, Hepatitis y Tuberculosis, Cecilia Santamaría, sostuvo: “tenemos claro que durante 2020 se han obstaculizado los circuitos para la prevención, diagnóstico y tratamiento de las personas que viven con VIH, y el principal objetivo para los próximos meses en la restitución de ese circuito".
La funcionaria presentó tres objetivos estratégicos de cara al 2021 que abordan aspectos clave: mejorar el acceso a la prevención de la sífilis, el VIH y las hepatitis virales poniendo foco en las poblaciones más vulnerables frente a las enfermedades; fortalecer el acceso al diagnóstico y mejorar el acceso al tratamiento.
Entre las diferentes estrategias para alcanzar estos objetivos, mencionó la expansión de puestos fijos de distribución de preservativos, la oferta de tratamiento en la primera consulta con el diagnóstico clínico (antes de la confirmación de laboratorio), la implementación de testeo rápido en más lugares y el fortalecimiento de los sistemas de información.
Además, anunció pruebas piloto de profilaxis preexposición (la utilización de tratamiento como forma de prevención en personas que no tienen VIH pero están muy expuestas, como trabajadora/es sexuales) y de pruebas de autotesteo.
FUENTE: UNIDIVERSIDAD