En la era digital actual, la proliferación de aplicaciones móviles ha facilitado la vida de millones de usuarios en todo el mundo. Sin embargo, este auge también ha abierto una ventana de oportunidad para los ciberdelincuentes, quienes desarrollan y distribuyen aplicaciones falsas, imitaciones de otras o apps crackeadas, con intenciones maliciosas. A simple vista, estas apps pueden parecer legítimas o en otros casos demasiado tentadoras debido a lo que ofrecen, pero su instalación puede traer graves consecuencias.
El famoso "Doxeo" o robo de información personal
Uno de los mayores riesgos asociados con las apps falsas es el robo de información personal, actualmente también conocido como doxeo en la jerga popular. "Doxear" es una castellanización del inglés "doxing", que a su vez proviene de "docs" (abreviatura de "documents").
Doxear se refiere a la práctica de recopilar y publicar información privada o identificable de una persona sin su consentimiento, con el objetivo de intimidar, acosar o causar daño. Ésta información puede incluir nombres completos, direcciones, números de teléfono, correos electrónicos, fotos, datos financieros, y cualquier otro detalle personal.
Las aplicaciones falsas o de desconocidos, suelen solicitar permisos excesivos para acceder a datos sensibles, como contactos, mensajes, fotos y ubicaciones. Esta información puede ser utilizada para la práctica del doxeo, es decir: el robo de identidad, fraudes financieros, o incluso vender esos datos a quien lo solicite.
Muchas de esas aplicaciones maliciosas están diseñadas específicamente para robar información bancaria o de tarjetas de crédito. Pueden presentarse como aplicaciones de banca legítima (casi idénticas a las oficiales) o juegos que solicitan información de pago. Una vez obtenidos los datos, los delincuentes pueden realizar transacciones no autorizadas, generando pérdidas económicas significativas para los usuarios.
Las apps falsas también son un vehículo común para la distribución de malware, incluyendo troyanos y ransomware. Este tipo de software malicioso puede causar daños severos al sistema del dispositivo, robar datos importantes o incluso bloquear el acceso al dispositivo hasta que se pague un rescate.
Otras complicaciones: publicidad invasiva, suscripciones no deseadas y la seguridad del dispositivo
Un problema frecuente en el uso de estas apps es la inscripción en servicios premium no deseados o el envío de mensajes spam sin el conocimiento del usuario. Dichas suscripciones resultan en cargos inesperados que pueden impactar significativamente en las finanzas personales.
Además, muchas apps falsas están diseñadas para mostrar anuncios en exceso, interrumpiendo la experiencia del usuario y consumiendo datos móviles. En algunos casos, estas aplicaciones generan clics falsos en anuncios, defraudando a los anunciantes y alterando el ecosistema publicitario. Por otro lado los desarrolladores de estas apps pueden beneficiarse generando ganancias con estas publicidades engañosas.
Otro problema no tan común pero si muy real, es que algunas de estas apps tienen la capacidad de rootear o hacer jailbreak -proceso mediante el cual se eliminan las restricciones impuestas por el fabricante- al dispositivo sin el consentimiento del usuario, comprometiendo la seguridad general del dispositivo y abriendo puertas para otros tipos de ataques.
Cómo protegerse de posibles ataques:
Para evitar caer en la trampa de las apps falsas recomendamos tomar ciertas precauciones:
- Descargar desde fuentes confiables: Siempre descarga aplicaciones desde tiendas oficiales como Google Play Store o Apple App Store.
- Revisar permisos: Antes de instalar una app, revisa los permisos que solicita. Desconfía de aquellas que piden más permisos de los necesarios.
- Buscar reseñas y comentarios: Las opiniones de otros usuarios pueden proporcionar información valiosa sobre la legitimidad de una aplicación.
- Utilizar software de seguridad: Instala un software antivirus o de seguridad móvil que pueda detectar y eliminar aplicaciones maliciosas.
En conclusión, las apps falsas representan una amenaza significativa para la seguridad y privacidad de los usuarios. Estar atentos y tomar medidas preventivas es esencial para protegerse contra estos riesgos. Al seguir las recomendaciones mencionadas, los usuarios pueden minimizar la posibilidad de ser víctimas de estas aplicaciones maliciosas, asegurando así una experiencia digital más segura y confiable.